Todo depende del lugar, hora y condiciones planetarias

En el año 1938 el Dr Takata realizó estudios bioquímicos en la Universidad de Toho, Japón relacionados al ciclo biológico del ovario de la mujer. En esos años recientemente se había reconocido un mensajero químico llamado ‘hormona’, pero su influencia en la personalidad y desarrollo físico todavía no eran comprendidos.

Para la investigación que el Dr Takata estaba realizando se buscaba un método para remover la proteína albúmina de la sangre, porque esta interfería con su trabajo.
El procedimiento que realizó que se denominó la Reacción Takata consistía en agregar componentes a la sangre para separar la albúmina de la sangre a través de un proceso de centrifugado.

Hasta ese momento en la comunidad científica se manejaba la creencia que las reacciones químicas realizadas bajo las mismas condiciones ambientales producirían el mismo resultado en cualquier lugar del planeta.
El Dr Takata descubrió que este principio no funcionaba para el experimento que él estaba realizando. A veces el proceso era más rápido y en otros momentos era más lento cuando estos eran realizados bajo las mismas condiciones. Lo mismo pudo verificar que sucedía con otros investigadores en otros países.

Después de gran cantidad de pruebas en distinto momento, llegó a la conclusión que el resultado de la prueba dependía de la hora del día cuando se realizaba, el día del año, el ciclo solar de 12 años, los eclipses y las tormentas solares afectando la tierra.

El Dr Takata sabía que las proteínas eran las substancias químicas básicas con vida sobre la tierra, y por los resultados obtenidos, estas actuaban bajo leyes cósmicas.
Como es abajo, es arriba, lo que afecta a lo micro, afecta a la macro.

Por otro lado, el Dr Giorgio Piccardi de la Universidad de Florencia en el año 1951 se interesó por el trabajo del Dr Takata y replicó el experimento pero esta vez utilizando un coloide no biológico llamado Oxicloruro de bismuto. Los resultados obtenidos por el Dr Piccardi fueron los mismos que el Dr. Takata. Sin importar el radioactivo las condiciones variaban de acuerdo con las mismas condiciones definidas por el Dr. Takata, vale decir la hora del día, el día de la semana, etc.
Las tormentas solares, eclipses o tormentas magnéticas interferían y ralentizaban la reacción, mientras que bajo otras condiciones el proceso se aceleraba.

Años después el Dr Frank A. Brown Jr., from Northwestern University en Estados Unidos, realizó estudios sobre los relojes biológicos del cuerpo humano donde descubrió el efecto que tenían en los distintos procesos de los organismos vivos, las variaciones del campo magnético de la tierra.

Para tener una idea el campo magnético de la tierra es una millonésima parte menor al que cualquier aparato electrométrico que tenemos en el hogar puede producir.
Los cambios en el campo magnético de la tierra siguen un patrón predecible de acuerdo con el Sol, la Luna y los planetas del sistema solar.

En resumen, existen pruebas científicas de como el cuerpo humano y los seres vivos son influenciados por elementos externos que van más allá del medio ambiente donde vivimos.
Este conocimiento nos tendría que servir para manejarnos y hacer las cosas dentro de los momentos adecuados si fuera posible. No es lo mismo ir a la playa en un día soleado, que con una tormenta. El resultado sería el mismo, mientras tanto la playa como nosotros seriamos los mismos.

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