¿Como actuarias si conocieras el futuro?

 

Queremos saber si en el trabajo nos ira bien, si la persona que recién conocí es con la que compartiré mi vida, o acaso los problemas que tengo actualmente lo seguirán siendo. Como actuarias supieras la respuesta a estas preguntas?

Es este articulo exploramos este concepto desde el punto de vista astrológico.

 

Todos estamos interesados en conocer el futuro, pero ¿actuaríamos de distinta forma si conociéramos el futuro de antemano?
Vamos a utilizar el conocimiento que la astrología nos brinda para comprender este tema y de ahí sacar nuestras conclusiones.

En ningún momento se puede decir que la astrología puede determinar o predecir eventos en el futuro, pero lo que sí se puede decir, es qué “energías” se van a manifestar en determinado momento o periodo.

Esta definición puede resultar diferente a lo que comúnmente se entiende de la astrología, pero en realidad es lo que es.

Esa energía generada, ya sea de expansión, pasiva o restringente, se va a manifestar de forma general, pero dependiendo de las características de la persona, su carta natal y también de su estado evolutivo, esta energía será representada de distinta forma. Por ende, el futuro como tal, no está definido solamente por los hechos que puedan pasar, sino también de como cada persona va a reaccionar a los mismos.

Para el que tiene alguna idea de astrología pueda que este familiarizado con las energías que genera cada uno de los planetas. Muy rápidamente podemos decir que Saturno es el que genera energía que restringe, hace ver las cosas desde el punto de vista de la responsabilidad y carga, Urano genera cambios, Júpiter hace crecer (¡todo!), Neptuno conecta con las musas en otro plano o presenta lo que no es, y así cada uno de los planetas y sus energías.

Como ejercicio para comprender la predicción del futuro, digamos que la persona tiene un tránsito complicado de Saturno por casa IV (el hogar) el cual se va a dar en 6 meses.
Como consecuencia de la energía generada por los aspectos negativos de Saturno en casa IV se puede decir que la situación hogareña se complica, problemas con la casa en sí, los integrantes de esta o algo relacionado con ellos. De esta energía que se está representando en ese momento, los más probable que haya circunstancias o personas que sean las que están siendo la causa del problema en el hogar. Como consecuencia de ello, pueda que, en el caso de personas, se busque un culpable, se lo acuse de provocador de esa situación y esto lleve a consecuencias mayores que van más allá del problema del hogar.

Tranquilamente, una situación en el hogar puede llevar adicionalmente, el deterioro de la relación entre las personas que interactúan.

Mirando las cosas desde otro punto de vista, se puede decir lo siguiente:

Esa energía generada por Saturno, como ya sabemos, estaba “programada” ya que, tanto por la posición de Saturno natal como por tránsito, lo podemos ver en cualquier momento en el tiempo ya sea presente, pasado o futuro. Entonces, si esa energía ya se sabía que en determinado momento se iba a “activar”, podemos decir que los “actores” que participaron en ese determinado momento cuando se produjeron los hechos, son los “agentes” de transmisión o canalización o materialización de esa energía, que ya se sabía que se iba a activar, pero los demás no son los “generadores de esa energía”. El único generador es Saturno con la casa IV y cualquier otro planeta o aspecto al cual nos referimos y asociado directamente a la persona que tiene dicho tránsito en su carta natal.

Si bien instintivamente se va a buscar un “culpable” de lo sucedido, lo que pasó solamente fue una “puesta en escena” representando la energía presente.

Digamos que si hay un mal aspecto de casa IV (hogar) y por alguna razón la persona está viviendo sola en una pequeña isla, esa energía de la que estábamos hablando, se puede representar como que en algún momento un barco pase por arriba de la isla, se caiga un avión justo en la isla, aparezca un náufrago que es un psicópata que se escapó de una cárcel de máxima seguridad, etc., etc. Mas allá de nuestro control, la energía se va a materializar de alguna forma.

Como nosotros reaccionemos a esta energía va a estar directamente relacionado con nuestro grado evolutivo.

La energía se tenía que manifestar de alguna forma, y si bien pueda emitamos un juicio sobre lo que pase, entendamos que no hay ni “culpables, ni víctimas, ni victimarios”, sino solo “actores” que representan la obra de la vida a través de sus energías.

Entonces, como actuarias si conocieras el futuro, especialmente sabiendo que no lo puedes evitar. Lo más aconsejable seria preparándose mentalmente y más allá de lo que pase, tratar de mantener el estado neutro del observador, cosa que no es fácil de conseguir si no se tiene preparación previa.

Todas las personas que entran y salen de nuestras vidas, tienen caras, nombres, forman parte de la sociedad, la familia, el trabajo, la iglesia, la vecindad, etc., pero no son ni buenos ni malos, son simplemente “actores” que cumplen una función, y tienen un solo objetivo el cual es que evolucionemos. Y para evolucionar, lo primero que se debe hacer es controlar el ego y para esto es fundamental comprender como funciona lo que definimos como vida. Las cosas puedan o no ser como nosotros queramos, pero son así.

Este es un concepto que va en contra de todo lo que hemos aprendido, y reniega de muchos aspectos que tenemos arraigados y hasta pueden ir en contra de las bases bajo los cuales vivimos nuestro día a día; pero si nacemos y morimos como entes independientes y sin tener control de estos dos momentos fundamentales en la vida, que nos hace pensar que, entre medio de estos dos puntos de nuestra existencia, los “actores” a nuestro alrededor son los responsables de nuestro destino.

Si logramos comprender el significado de esto, nos vamos a liberar de una carga, especialmente emocional, que va a seguir activa en nosotros después que las energías de determinado tránsito hayan pasado. Van a formar parte de nuestra programación (subconsciente casa XII), y eso va a entrar a jugar en todas nuestras respuestas a situaciones futuras.

Pensemos cuantas situaciones hemos pasado que nos han dejado “marcados” de alguna forma, donde le hemos asignado una “cara” a ese actor que intervino cuando determinada energía fue generada y lo hemos mantenido en el recuerdo asociado directamente como responsable del hecho, cuando simplemente, ese personaje hizo la parte que le tocaba representar en ese momento, sea quien fuere y haya hecho lo que fuera.

Saquemos las caras, los rótulos, los nombres y separémoslo de los hechos. Si somos capaces de hacer eso, fluiremos más “livianos” a través de las energías que se nos presenten y dejaríamos de tener un armario lleno de esqueletos del pasado, que, en el presente, ya no nos sirven de nada.

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