¿Qué pasa cuando mirás el cielo… y también cerrás los ojos?
La astrología nos invita a mirar hacia arriba, a observar los ciclos cósmicos, a entender que somos parte de algo más grande. La meditación, en cambio, nos invita a mirar hacia adentro, a silenciar el ruido y escuchar lo que se mueve en lo profundo.
Juntas, forman un dúo poderoso: el mapa del cielo, y la brújula interna
Astrología: el arte de conocerse desde las estrellas
Tu carta natal no es destino, pero sí es una radiografía precisa de tu energía. Nos muestra tus dones, tus miedos, tus contradicciones, tus zonas de expansión. Pero para que esa información no quede en la cabeza, hay que habitarla. Y ahí entra la meditación.
Meditar con tu carta natal
Una práctica hermosa es meditar en función de tus planetas personales:
- Sol: conectá con tu centro, preguntate ¿Dónde está mi verdadera luz?
-
Luna: observá tus emociones, tu refugio emocional, tu infancia interna.
-
Ascendente: reflexioná sobre cómo te mostrás al mundo y qué versión de vos proyectás.
-
Mercurio: hacé silencio para escuchar tus pensamientos reales, sin filtro.
-
Venus: explorá tu forma de amar, de vincularte y de disfrutar.
-
Marte: sentí tu fuego, tu impulso. ¿Dónde lo estás usando, y dónde lo estás bloqueando?